Las estrategias para
reducir el riesgo de Alzheimer
Asociaciones de lucha
contra esta enfermedad afirman que “llevando un estilo de vida saludable para
el cerebro se podría reducir el riesgo” y que “nunca es tarde” para comenzar a
adoptar estos hábitos.
Para este año, la
Federación Internacional de Alzheimer (ADI, por sus siglas en inglés) propuso
el lema “Demencia ¿Podemos reducir el riesgo?”
Desde la Asociación de Lucha contra el Mal de Alzheimer y alteraciones semejantes (ALMA) de la República Argentina se señala que “llevando un estilo de vida saludable para el cerebro se podría reducir el riesgo” y se afirma que “la regla general es que lo que es bueno para el corazón, es bueno para el cerebro. Ambos deben cuidarse con una dieta balanceada y ejercicios físicos y mentales regulares”.
Desde la Asociación de Lucha contra el Mal de Alzheimer y alteraciones semejantes (ALMA) de la República Argentina se señala que “llevando un estilo de vida saludable para el cerebro se podría reducir el riesgo” y se afirma que “la regla general es que lo que es bueno para el corazón, es bueno para el cerebro. Ambos deben cuidarse con una dieta balanceada y ejercicios físicos y mentales regulares”.
1.
Cuidar el corazón:
El hábito de fumar, la presión alta, el colesterol alto, la diabetes y la obesidad,
dañan a los vasos sanguíneos y aumentan el riesgo de tener un ataque cardíaco o
un accidente cerebro vascular. Se destaca que las investigaciones demostraron
que estas condiciones pueden aumentar las chances de desarrollar una demencia.
Estos problemas pueden prevenirse con estilos de vida saludables y tratamientos
efectivos.
2.
Mantenerse físicamente activo:
La actividad física y el ejercicio pueden ayudar a controlar la presión
sanguínea, el peso, reducir el riesgo de diabetes tipo II y algunas formas de
cáncer. Algunas evidencias sugieren que pueden reducir el riesgo de desarrollar
una demencia.
3.
Tener una dieta saludable:
Una dieta tipo Mediterránea, rica en cereales, frutas, pescado, legumbres y
vegetales pueden ayudar a reducir el riesgo. En cambio, el comer grandes
cantidades de grasas y alimentos procesados, los cuales son altos en grasas
saturadas, azúcar y/o sal, está asociado con un riesgo más alto de enfermedades
cardíacas y, por lo tanto, se deben evitar.
4.
Desafiar al cerebro:
Realizando actividades nuevas se puede ayudar a construir nuevas células
cerebrales y a fortalecer las conexiones entre ellas.
5.
Actividades sociales:
Estas actividades estimulan la reserva cerebral, ayudan a reducir el riesgo de
demencia y depresión.
Fuente:
http://www.gerontologia.org/portal/information/showInformation.php?idinfo=3046